Vacaciones.
¡Cómo me hacían falta! Creí, pensé e imaginé que las pasaría recostada
todos
los días de la semana, mirando televisión, comiendo y viendo el mundo pasar
afuera. Pero no, algo fue mi cable a tierra y entendí que esa no es la manera
de disfrutar algo, al menos no para mi.
Llegan
momentos en que uno necesita, más que cualquier cosa, desconectarse del mundo y
la mejor forma es haciendo lo que uno ama, o descubriendo cosas que jamás imaginó
que iba a adorar. Eso pasó, y aseguro que es lo mejor que pudo haberme sucedido
en estos 9 días transcurridos.
Consejo:
El tiempo es oro, disfruten y por sobre toda las cosas, descubran. El afuera
está repleto de cosas que uno puede adorar, y hace que podamos sentirnos bien
con uno mismo.
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