No te duermas demasiado tarde si sabes que no tenés un reloj que
funcione bien, ni prepares una tostada con lo último que queda de tu mermelada
favorita en una mañana de apuros, ni uses tu celular para escribir un mensaje
de texto que crees que no se enviara por falta de saldo, ni estrenes tus
zapatos nuevos en un día lluvioso, ni gastes todo tus ahorros en un saco cuándo
se pronostican días de mucho sol y altas temperaturas, ni mucho menos, te
enamores de alguien que te promete desde el cielo hasta las estrellas porque de
seguro tiene alguna novia esperándolo en su casa con la meriende preparada.
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