Extraño lo que era, lo que fui. Extraño cada uno
de mis pensamientos, extraño esas convicciones inamovibles que tenía. Extraño las
dudas que resolvía en menos de lo esperado, extraño cosas hasta insólitas de lo
que era. No me quiero quedar en el pasado, no me quiero percatar de todas las
cosa malas que tengo, de cada uno de mis errores aunque de ellos aprenda. Dicen
que “no hay mal que por bien no venga”, todavía no veo lo bueno de las cosas, y
el tiempo pasa, y la gente sigue como un chubasco, y mis problemas aumentan y
nunca se van. No estoy preparada, no quiero ver la realidad. No quiero pinchar
la burbuja, tengo miedo. Odio ser vulnerable, corrijo: odio ESTAR vulnerable,
porque yo no era así, extraño a mi otra yo y no puedo hacer que vuelva. Quiero
empezar de cero, pero no sé cómo, quiero tantas cosas y sobre todo NECESITO. Necesito
infinidad de cosas que quizás me hagan mucho más mal que bien, pero igual las
necesito. Estoy vacía.
Necesito control.
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