Dejen vivir, queridos.

Muchas personas viven pendientes de los problemas de los demás, en vez de preocuparse por los propios. Se preocupan por la vida del otro, qué hacen y qué dejan de hacer, en vez de mirarse a sí mismos, y en general son ellos los qué más desastres tienen. Ahora, yo me cuestiono, ¿para qué se tienen que meter en la vida del otro? Y creo que tengo una muy buena respuesta para eso: a la gente le encanta que a los otros les vaya mal en la vida, que las cosas les salgan mal, se ríen de la desgracia ajena, y la mayoría de las veces inventan. Y así es todo el tiempo, hablan de boca en boca y exageran cosas que no pasaron. Pero ojo, que cuando alguien inventa algo de ellos, es ahí cuando sienten que están por besar la lona y en su defensa dicen "¿Por qué no se meten en sus vidas? ¿Por qué no se fijan en sus problemas y no en los de otros?". La gente envidia, y desgraciadamente somos nosotros los que dejamos que sus rumores arruinen parte de nuestras vidas. ¿Que perdés por hacer las cosas bien? Nada.