New year.

Otro año más que se va. ¿Qué puedo decir? El 2012 no me dio nada, es decir, fui yo la que hizo absolutamente todo, y no es malo, me encanta. Me encantan los desafíos, las cosas difíciles, sobre todo porque sé que el final va a ser mucho mejor que el principio. De las personas no pienso hablar, sinceramente maduré muchísimo al respecto, y entendí que no hay que fiarse de nadie, que lo que digan los demás no interesa, y que los que verdaderamente te quieren no te hacen mal. Sólo eso. No te hacen tocar el fondo de la pileta para que te ahogues, te ayudan a salir a flote de todos tus problemas. Por eso, a los únicos que les doy gracias por este 2012 lleno de aprendizaje es a mi vieja, y en especial a mi viejo, que no puedo explicar lo mucho que lo amo. Es el amor de mi vida, en verdad. Es el que me abre los ojos día a día, y quien me hace una mejor persona. A nadie más le voy a agradecer nada, porque la persona que me volví ahora no agradece por las cosas que logra SOLA. Todo lo que tengo, me lo merezco porque lo hice yo, con mi esfuerzo, con mis dudas, con mis problemas, con mi sudor, y sobre todo con mi actitud. Más allá de que si lo hago bien o no, es mío, y no me lo van a arrebatar de pasada. Simplemente, cada año aprendo más, y no espero que el 2013 me traiga algo, porque si me siento a esperar puedo estar unos 10 años en la dulce pero a la vez amargada espera. Todo lo que quiera, lo voy a salir a buscar, como vengo haciéndolo. Las cosas que fácil vienen, fácil se van. Así que, les deseo a todos un 2013 lleno de actitud para ir en busca de las cosas que realmente sienten y quieren, que lo disfruten sobre todo junto a su familia, que es la que banca a uno en todos los momentos.

“Feliz 2013, feliz año nuevo a todos”